martes, 7 de junio de 2011

LAS DECEPCIONES AMOROSAS PUEDEN SER UNA ADICCION

El rechazo sentimental activa regiones del cerebro asociadas con la búsqueda de un objetivo y las adicciones; pensar en la persona amada puede ser en una obsesión.


“No puedo ir a comer contigo, mucho menos al cine”, decía el mensaje de texto en respuesta a la invitación que yo le había hecho. Por mi mente solo pasaba una idea: no quiere verme. Días después, apareció en mi monitor una ventana de chat con estas palabras de él: “Si por este medio comenzamos la relación, por este medio terminamos”. Al leer esa frase, inmediatamente sentí rodar lágrimas en mi cara. Desesperada, cerré la ventana de diálogo y fui a llorar al baño, donde nadie pudiera verme. El dolor del rechazo, la inminente pérdida de una relación amorosa y sentir su desprecio fue difícil. Intenté insistir, pero no obtuve respuesta.
El rechazo romántico es un fenómeno común que causa sufrimiento intenso en muchos individuos.
Canciones, historias y poemas han sido creados en momentos inundados de desamor, inspirados en la obsesión por obtener una respuesta positiva ante nuestras peticiones afectivas o eróticas. Nos empeñamos en seguir ahí, atrapados, insistiendo.
La doctora Helen Fisher y sus colaboradores publicaron este año un artículo (Journal of Neurophysiology) mediante el cual explican detalladamente el sistema de regulación de recompensa, adicción y emoción generado durante el rechazo romántico. Este estudio tiene implicaciones en la comprensión de esos sentimientos difíciles de controlar y que pueden derivar en conductas extremas asociadas al rechazo, como perseguir, acechar, así como en suicidios y homicidios, practicados en varias culturas alrededor del mundo.
Al percibir una respuesta negativa en el aspecto amoroso, se activan regiones cerebrales involucradas en la motivación hacia un objetivo específico (no hacia una emoción), generándose una forma de adicción. De pronto ya estamos enviando mensajitos, llamando por teléfono, escribiendo cartas de amor. Todo ese comportamiento de insistencia para lograr nuestra meta, como si se tratase de una recompensa.
El estudio se realizó en personas jóvenes que habían sido rechazadas por su pareja (expareja) pero que  aún se sentían enamorados y enamoradas intensamente. Les aplicaron un test llamado “escala de amor pasional”, para determinar qué tan fuertes eran sus sentimientos de enamoramiento. Asimismo, todos los participantes dijeron ocupar aproximadamente un 85% de su tiempo despiertos en pensar en la otra persona y también anhelaban que esta los correspondiera y volviera con ellos o ellas.
A todos los participantes les pidieron que observaran una foto de su expareja, mientras les aplicaban una resonancia magnética computarizada. Se apreció en esta fase la actividad cerebral de las siguientes áreas:
a) Región que controla la motivación y la recompensa, así como los sentimientos de enamoramiento.
b) Corteza prefrontal donde se regula la adicción y la ansiedad; y el sistema de recompensa de dopamina (principal sustancia química cerebral implicada en el enamoramiento), que también se activa con la adicción a la cocaína.
c)Otra región de la corteza cerebral que asocia dolor físico y sufrimiento.
Con estos datos, la doctora Fisher y su equipo sugieren que una decepción amorosa se convierte en un estado motivacional orientado a una meta, en lugar de una emoción específica.
Se trata, pues, de resultados consistentes que apoyan la hipótesis en la cual se aprecia al rechazo romántico como una forma específica de adicción.
Quienes vivimos un rechazo amoroso podemos estar luchando contra un sistema fuerte de supervivencia que al parecer es la base de muchas adicciones. Por eso resulta tan difícil renunciar a quien amamos.
¿Hay esperanza para los rechazados en el amor? Afortunadamente sí. Quienes hemos vivido una situación de esta naturaleza presentamos actividad en áreas que solucionan conflictos emocionales complejos, así como la evaluación de pérdidas y ganancias, lo cual se traduce en individuos que buscamos entender y aprender de esta incómoda situación, derivada en una respuesta adaptativa al rechazo. Es un proceso de aprendizaje que demuestra que el tiempo es el mejor aliado para curar las heridas de amor.
¿Has vivido algún rechazo amoroso? Compártenos cuánto tiempo tardaste en adaptarte.

 21 de diciembre de 2010.

REVELAN PORQUE COMER REDUCE EL ESTRES

Existe una explicación científica a los deseos de ingerir alimentos que muchas personas sienten cuando atraviesan por momentos de ansiedad o de presión extrema.

La pizza estaba calientita dentro de su caja sobre la mesa. Al abrirla, los ingredientes mezclados en la redonda creación desprendieron su aroma. Decidí tomar una rebanada. El queso caía suave. Mordí la punta de la rebanada y percibí el sabor. No deseaba otra cosa que seguir comiendo. Ese día había tenido tantos eventos estresantes que sólo después de comer logré relajarme un momento.
Se han preguntado ¿porqué  al comer nos podemos sentir menos ansiosos o estresados?Investigadores de la Universidad de Cincinatti dirigidos por la Doctora Ulrich-Ray  encontraron que los comportamientos placenteros (por ejemplo, comer o tener sexo) no sólo originan placer, sino que además reducen el estrés y disminuyen la respuesta de ansiedad en el cerebro. Su efecto dura hasta siete días después de realizada la actividad con la que nos sentimos confortados.
"La palabra estrés se utiliza para indicar la respuesta del organismo. Al estímulo o agente nocivo lo denominamos estresante", indica J.Tresguerres (2007). El estudio científico se realizó de la siguiente manera: A un grupo de ratas de laboratorio les dieron dos veces al día bebidas dulces. Después evaluaron su respuesta funcional y de comportamiento al estrés.
Los resultados comparados con el grupo al que no le dieron estas bebidas dulces mostraron que su frecuencia cardiaca  disminuía, así como las hormonas responsables del estrés. Cuando estamos estresados nuestro corazón late más rápido y el cortisol, la hormona responsable del estrés, se libera en mayor cantidad.
A  los integrantes de otro grupo de ratas en el mismo estudio les dieron bebidas  con endulzantes sin calorías. Un grupo más fue dispuesto con parejas que incitaban el comportamiento sexual. Ambos conjuntos tuvieron reducción en la respuesta al estrés. Podemos apreciar que el efecto reductor de estrés sucederá incluso si ingerimos bebidas endulzadas con sustancias bajas en calorías.
El estudio publicado aclara que también se obtendrán los beneficios desestresantes si se prueban pequeños bocados de nuestro alimento favorito (para que no imaginen que intento fomentar la obesidad).
Los investigadores dejaron  claro el motivo  por el que comemos cuando nos sentimos estresados: el cerebro humano controla un eje del estrés ubicado en una región neuronal conocida como amígdala basolateral. Ésta, a su vez, manda la información al hipotálamo y de ahí a  la hipófisis, para liberar hormonas del estrés. 
Si comes alimentos que te gustan (incluso en poca cantidad, insisto) y/o tienes actividad sexual, este eje del estrés se ve debilitado. El estrés podría clasificarse en físico y psicológico. Ejemplos de estrés físico pueden ser: heridas, enfermedades o exposición prolongada al frío. Ejemplos de estrés psicológico pueden ser: hablar en público, amenazas o lidiar con la muerte de un ser querido.
Cuando  elegimos comer o probar algún bocado de nuestro alimento favorito. Esto se asocia a una disminución de los niveles de glucocorticoides, las hormonas liberadas durante el estrés.
Un mecanismo de autorregulación en situaciones estresantes es ir a la cocina y saciar un antojo. Esa pequeña mordida a un chocolate, o saborear un alimento o bebida deliciosa se traducirá en sentirme mejor.
Reconocer cómo funciono, saberme en situaciones de estrés constante y que a través de la comida me puedo calmar quizá me lleve a identificar mis emociones y a disfrutar mejor los alimentos, sin abusar de ellos.


25 de noviembre de 2010. 

TE CELO, ¿TE AMO?

Frecuentemente depositados en la pareja, los celos pertenecen exclusivamente a quien los siente. Él o ella tienen la posibilidad de manejarlos de la mejor manera y de buscar la ayuda de su pareja con tal objetivo.





Conducía mi auto sobre una avenida que rodeaba un espacio con pasto y bancas. De repente, lo vi sentado, besando apasionadamente en la boca a una mujer. Él era mi pareja desde un año atrás.
A pesar de mi primera percepción, mi mente reviró: "No es él", pero di la vuelta de nuevo y corroboré que sí era. Un sentimiento extraño me invadió, el malestar emocional. Estaba celosa.
Queridas y queridos lectores, escribo este blog sobre un tema muy frecuente pero que difícilmente concebimos como algo importante para nuestra salud psicológica: los celos.
Los humanos tenemos tres esferas entrelazadas que manifiestan o no la salud: la esfera biológica, es decir, lo que sucede en nuestro cuerpo, como funciones químicas o estructurales (anatómicas); la esfera psicológica, donde residen emociones, sentimientos, ideas, prejuicios y lo que pensamos, y la esfera social, pues no vivimos en una cueva alejados de otros humanos: la cultura en la que estamos inmersos influye en nuestra salud.
Los celos afectan principalmente la esfera psicológica pero inciden también en la salud social y en la biológica. Las siguientes líneas se abocan al manejo y comprensión de las emociones.

¿Qué son los celos?

Representan un sentimiento de molestia o malestar, un sentimiento negativo que experimentamos ante la amenaza, real o imaginaria, de pérdida de algo (como una relación) o alguien (como si nos perteneciera ¿?). 

"¿Me hacen sentir celos?"

No. Los celos son de quien los siente, de modo que, si yo siento celos, tendré que aprender poco a poco a comprenderlos, a percibirlos. Hay que tratar de no negarlos, de hacer mía esa emoción y, muy importante: no aventarle mi emoción negativa a la otra persona, a quien amo.
Después de ver a mi ex besando a otra persona, no me detuve ni le grité improperios. Tampoco le llamé en ese momento para reclamarle. Lo que hice fue entenderme enojada, triste -quizá -por la falta de comunicación, y decidí manejar mis celos de la mejor manera.

Pasos para controlarlos

1.-Asumir que estoy sintiendo celos. Ya como parte del autoconocimiento sé que puedo sentirlos ocasionalmente con varias personas, incluso aunque no sea mi pareja, sino alguien con quien tengo un nexo especial.

2.-No depositar la emoción en alguien más. Me refiero a que tu enojo, coraje y/o tristeza pueden fluir llorando, escribiendo o conversando con una persona que te entienda. Pero si quieres reclamar o crear violencia, difícilmente la situación podrá acomodarse de la mejor manera. Sé que es complicado, pero podemos intentar un buen manejo a partir de esta premisa.
No significa que guardes tu emoción o que no la dejes ver; más bien se trata de darle el mejor manejo. Quizá sea necesario que hables con tu pareja sobre cómo te sientes, pero evita transferirle todo tu enojo, porque eso sólo generará problemas.

3.- Comunicación asertiva. Básica en cualquier relación humana. Hablar desde lo que "yo siento" o  "yo pienso". Generalmente expresamos: "Me haces sentir celosa (o)",  o "Me pusiste celoso (a)".Eso equivale a descargar nuestra responsabilidad emocional a los demás, lo cual nos resta individualidad y fomenta la dependencia hacia otra persona.

4.- Negociar. Sin dar por hecho nada, acordar lo mejor para cada integrante de la pareja. Pactar acuerdos que, si bien pueden regirse por normas sociales, me parece más importante adecuarlos a las necesidades de cada individuo.

Otros acercamientos al tema

Infidelidad en México. Una investigación reciente del Instituto Mexicano de Sexología (IMESEX) indica que siete de cada diez hombres y cinco de cada diez mujeres en el país han tenido una relación extra-pareja.
Los celos se han asociado a cuestiones negativas, por eso nadie quiere aceptar que los siente o que los está experimentando. ¿Qué hay de malo en sentirlos? En realidad, podría tener un resultado positivo transitar por esta emoción y reconocerla propia, como un ejercicio de autoconocimiento, de mirar hacia ti.
Y ahora aprecio las relaciones de pareja como algo distinto a lo que aprendí de los cuentos de hadas. Ya no es mi "media naranja", no soy "una mitad". Soy una persona completa, individual, que decide compartir con alguien más; no valgo más si alguien permanece a mi lado.
Si me celan, ¿me aman? O, si celo más, ¿amo más? No. Los celos, en formas distintas, se expresan con enojo, violencia o agresión; entonces, no son directamente proporcionales a cuánto amo o a cuánto me aman. Puedo amar a alguien intensamente y no es necesario que los celos hagan su aparición.
¿Hay algo opuesto a los celos?  Sí, la "compersión", un término utilizado por personas que han trabajado arduamente en los celos (me incluyo). Consiste en experimentar alegría, felicidad u otro sentimiento positivo al saber que la persona a la que amas vive algo hermoso con alguien más, utópico quizá. Sucede más en algunos grupos  poliamorosos.
Les recomiendo un libro para ahondar en el tema de los celos: Te celo porque te quiero (editorial Grijalbo), sobre cómo los celos nacen del amor, pero lo matan. Los autores, Paulina Millán y Juan Luis Álvarez-Gayou, exponen una investigación realizada en México con un hallazgo importante: en hombres y mujeres, la infidelidad sexual podría causar más celos que la infidelidad emocional.

22 de octubre de 2010.

EVITA UN PARO CARDIACO CON UN POSTRE QUE SALVA LA VIDA

El consumo moderado del chocolate disminuye sustancialmente el riesgo de presentar fallas cardiovasculares. El cacao puro otorga aun más ventajas.



Imagina un delicioso chocolate. Abres el empaque, el olor delicioso se desprende; le das una mordida y lo saboreas. Sientes cómo poco a poco se derrite en tu lengua. ¿Simple placer gastronómico? No precisamente. La ciencia ha descubierto que este alimento tiene beneficios para la salud, especialmente para el corazón.
Lo que aparentemente es un clásico regalo romántico, puede ser más que eso, ya que la ingesta de chocolate tiene un beneficio cardiovascular adicional si se consume de una a tres veces al mes, pues disminuye en 26 por ciento el riesgo de falla cardiaca.
La investigadora Elizabeth Mostofsky realizó una encuesta a más de 30 mil mujeres en Suecia. Les preguntó sobre sus hábitos de consumo de chocolate y les dio seguimiento durante 8 años para conocer sus enfermedades cardiacas. Los resultados mostraron que quienes consumían chocolate de una a dos veces por semana tuvieron menor incidencia de problemas cardiacos (32 por ciento menos).
Algo curioso fue que las mujeres que comían chocolate diario o casi diario no obtenían los mismos beneficios para su corazón, en comparación con las que lo ingerían con menor frecuencia. Mostofsky también reveló que el chocolate suizo contiene aproximadamente 30 por ciento de cacao como ingrediente.
Entre más cacao, más flavonoides (antioxidantes), que son las sustancias químicas responsables de los beneficios cardiacos, debido a que estimulan la producción de óxido nítrico y éste, a su vez, ayuda a que las arterias se relajen y se facilite el flujo sanguíneo, lo cual incide en la reducción de la presión arterial.
Los flavonoides se encuentran en varias frutas, vegetales, semillas, vino y cerveza, y ahora sabemos que el cacao también los contiene. El chocolate amargo contiene más cacao y menos azúcar, lo que significa mayor beneficio cardiovascular y menor riesgo de obesidad por su consumo.
Un estudio español concluyó que consumir cacao en polvo (no chocolate), disuelto en leche descremada, aumenta los  niveles de colesterol bueno y disminuye sustancias inflamatorias dañinas en los vasos sanguíneos.
Por cierto, la palabra "cacao", que se refiere al árbol cuyo fruto da las semillas que son el ingrediente principal del chocolate, proviene de una voz de nuestros antepasados, de la palabra náhuatl "cacáhuatl". Y el chocolate ha constituido parte de la dieta de los mexicanos desde siglos atrás.

¿Existen otros beneficios del chocolate?
Sí. Una investigación emprendida en Inglaterra arrojó que saborear un chocolate resulta tanto o más placentero que besar apasionadamente a alguien, pero el efecto puede durar hasta cuatro veces más y ser más intenso.
La analogía con el beso es interesante. Cuando besamos apasionadamente a otra persona nuestra frecuencia cardiaca aumenta de manera considerable y al comer chocolate también sucede por el simple hecho de saborearlo en la lengua. Disfrutable, ¿no? Pero hay más. Un estudio de la Universidad de California desveló una asociación entre la ingesta de chocolate y  síntomas depresivos.
La doctora Golomb registró que hombres y mujeres con niveles de depresión altos consumían aproximadamente 12 porciones de chocolate al mes; personas con niveles medios de depresión comían 8 porciones mensualmente; y quienes no mostraban síntomas de depresión teníanun consumo de cinco raciones al mes. Una precisión importante es que aún no saben si el chocolate es la causa de la depresión o parte de la cura.
Una evidencia más: la Academia Americana de Neurología, en su reunión de 2010 en Canadá, determinó -luego de realizar un estudio en más de 40 mil personas- que quienes consumían una porción de chocolate a la semana eran 22 por ciento menos propensas a padecer un evento vascular cerebral (infarto o hemorragia cerebral), a diferencia de quienes no comían chocolate.
Otra investigación presentada en el congreso demostró que una porción de 50 gramos de chocolate a la semana era suficiente para disminuir en 46 por ciento el riesgo de morir por un infarto o hemorragia cerebral.
Así las cosas en la relación chocolate-corazón, estimados lectores. Quizá quienes se comían un chocolatito con culpa ahora lo disfrutarán, conscientes de los beneficios que puede traer a su salud.


22 de septiembre de 2010.

EFECTOS BIOLOGICOS DEL ENAMORAMIENTO

En este mes, apreciables lectores, he reflexionado un tema que vincula tres áreas del ser humano (la biológica, la psicológica y la social): el enamoramiento, un periodo de tiempo  durante el cual sientes algo intenso por una persona y quisieras pasar todo el  tiempo a su lado y no dejar de verle; le aprecias perfecto o perfecta. ¿Lo has sentido alguna vez?
Enamorarse es un hecho biológico que no podemos controlar del todo. Se liberan sustancias en nuestro cerebro que nos hacen comportarnos de manera especial, dedicándole mucha de nuestra energía y tiempo en pensar en la persona de quien nos enamoramos.
Pero, ¿qué sucede en el cerebro de una persona enamorada?
Primero, se libera una sustancia en mayor cantidad, la dopamina, que es de la familia de las feniletilaminas.
La dopamina se libera si encontramos un estímulo favorable. A mayor estímulo, mayor liberación de esta sustancia, y así nos encontraremos atrapados en un círculo en el cual, si la persona por la que sentimos dicha atracción nos corresponde, según nuestra perspectiva,  la dopamina se libera más.
Pero quisiera aclarar que enamorarse es un hecho personal; es decir, yo me puedo enamorar de alguien sin ser correspondida de la forma como yo quisiera, porque las emociones y los sentimientos son míos. Si yo siento algo especial por alguien, eso no significa que esa persona se tenga que enamorar también de mí.
Aunque es importante reconocer que si el enamoramiento es recíproco, nos podemos sentir literalmente en las nubes y vivir momentos sublimes.
Al inicio del enamoramiento podemos sentir interés, apenas perceptible por alguna persona.  Después, más entusiasmo cuando estamos cerca de esa persona o sabemos algo más de él o ella,  llegando a niveles de euforia cuando compartimos momentos  juntos.
Algo característico del periodo de enamoramiento son los "pensamientos intrusivos", descritos por la doctora Dorothy Tennov, al observar que sus estudiantes con calificaciones altas estaban distraídos y pensativos. Indagó y determinó que pensaban mucho tiempo, casi permanentemente, en la persona de quien se encontraban enamorados, como un intruso que invade nuestras ideas  a pesar de nosotros.
Otros síntomas del  enamoramiento:
- Sensación de ahogo
- Sudoración
- Palpitaciones
- "Mariposas" en el estómago
- Celos
- Hablamos mucho de la persona de quien estamos enamorados.

¿Habrá alguna desventaja para quien está enamorado? 

Resulta que en el periodo de enamoramiento se magnifican las cosas buenas de la otra persona. Incluso las idealizamos y minimizamos sus defectos, lo cual implica un riesgo si quisiéramos tomar decisiones trascendentales o a largo plazo.
También podemos padecer un estado de sensibilidad aguda ante cualquier acción de la persona de quien nos enamoramos y nuestro estado de ánimo depende de las acciones del otro;  desgastante para la vida de una persona.
Afortunadamente, el  tiempo aproximado que uno puede mantenerse enamorado de alguien varía, de días hasta máximo cuatro años. Parece que es un tiempo razonable para formar un bebé  (lo que puede ser un objetivo inconsciente del enamoramiento).
Existen personas que se enamoran una vez en su vida pero hay otras que les sucede varias veces. Ojalá esas personas no hayan prometido amor eterno a alguien, porque, si llegan a enamorarse de alguien más, pueden sufrir al vivir en una sociedad que tiene como regla el amor exclusivo.
Un detalle que se ha descubierto es que, cuando ya estamos enamorados de una persona, pensando casi todas las horas de nuestro día en ella, no podemos enamorarnos simultáneamente de alguien más. Quizá pueda suceder que estemos apegados a alguien más, pero no enamorados.

¿Qué puede suceder cuando termina el periodo del enamoramiento?  

Que veamos a la persona tal cual es.
Acostumbrados a los efectos de la dopamina y liberando también oxitocina durante una relación más duradera; viendo defectos y virtudes de la persona, y aún así querer mantener la relación (noviazgo, matrimonio, unión libre), a eso se le denomina apego o amor verdadero.
El otro camino es que, terminado el enamoramiento, ya no queramos estar más con esa persona y nos enamoremos de alguien más.

Algo más...

Hoy sabemos que para enamorase no hay edad y podemos seguir enamorándonos hasta la vejez.
Así, quizá podamos entender por qué algunas personas viviendo en pareja -con una relación sólida- pueden enamorarse de otra persona. Bioquímicamente es posible, aunque los acuerdos entre cada pareja será lo que defina el curso de cada relación.

19 de agosto de 2010.

miércoles, 1 de junio de 2011

EL FUTURO EN ANTICONCEPTIVOS PARA HOMBRE

Conoce algunos de los métodos más novedosos para evitar embarazos, los cuales trabajan a partir de hormonas y sustancias químicas.


Aquí tienen, estimados lectores, varios escenarios de futuros métodos anticonceptivos para hombres:

Caso uno

Ella le dice a su novio: "Hoy te toca tu cita con el médico, ya se cumplieron seis meses desde la primera vez que te hizo el ultrasonido". Él contesta: "Pues me daba miedo la primera vez que fuimos pero ahora me da risa todo lo que pensé que me iba a pasar".
Llega a un consultorio convencional. Entra y le piden que se siente en una silla especial donde le harán un ultrasonido. Así, sentado, inicia la sesión de que dura 10 minutos. Se realiza por encima del escroto (bolsa que cubre los testículos), no duele, incluso parece un simple masaje, pero brinda seis meses de anticoncepción efectiva.
El método del ultrasonido testicular creará un medio hostil para los espermatozoides donde no podrán reproducirse, pero aún sigue en investigación para saber qué tan reversible podría ser si se usa cada medio año, como está indicado.
El sitio NewMaleContraception.com ofrece más información al respecto
Muchas décadas se pensó que los hombres no querían tomar la responsabilidad de su fertilidad. Investigaciones recientes sugieren que hay un cambio generacional y cultural para el uso de anticonceptivos masculinos. Un estudio realizado en México, España, Brasil y Alemania mostró que 60 por ciento de los hombres estaría de acuerdo en usar algún método para evitar embarazos.

Caso dos: un método novedoso

La vasectomía reversible llamada RISUG por sus siglas en inglés (Reversible Inhibition of Sperm Under Guidance) consiste en inyectar un polímero (sustancia química) en los conductos que transportan los espermatozoides, evitando su paso al exterior y alterando la movilidad de los que quisieran pasar.
Este anticonceptivo es efectivo a partir del quinto día después que se aplicó la sustancia. Puede durar años, pero también es reversible cuando el hombre lo desee, siempre y cuando se aplique otra sustancia que deshaga el polímero anteror, dejando libre de nuevo el paso a los espermas. Aún sigue en investigación esta novedosa manera de controlar la fertilidad masculina.
Actualmente, en México sólo existen dos métodos antifecundativos para ellos: El condón, que además de protegernos de las infecciones de transmisión sexual evita embarazos no deseados, siempre y cuando se use correctamente; y la vasectomía sin bisturí, la cual es irreversible y tiene que realizarse por manos expertas.
Los avances en investigación médica proyectan que en 5 o 10 años tendremos un nuevo método anticonceptivo hormonal para hombres.
Los métodos anticonceptivos hormonales masculinos se sujetan a estudios como cualquier fármaco y los investigadores buscan afanosamente un medicamento que bloquee la producción de espermatozoides, que sea efectivo en diferentes poblaciones humanas, que tenga pocos efectos adversos y por si fuera poco, que sea accesible en costo.
La anticoncepción es muy importante para la salud, para el desarrollo y para la calidad de vida de muchos seres humanos.
Para los hombres que viven en países pobres, el control del número de hijos tiene un peso importante desde un punto de vista económico y de salud en su pareja, debido a posibles complicaciones en embarazo, así como el parto.
Otros métodos son medicamentos no hormonales pero con efectos en todo el cuerpo, como un fármaco usado para el tratamiento de la presión arterial elevada llamado nifedipina. También tiene un buen efecto anticonceptivo al dañar la membrana del espermatozoide; sin embargo, por sus efectos en la presión arterial, debe usarse siempre bajo vigilancia médica y es una opción sobre la que siguen las investigaciones.
¿Te animarías a usar uno de estos métodos que estarán disponibles previsiblemente en unos años?

 22 de julio de 2010.

¿SI O NO A LA EDUCACION SEXUAL?

La falta de información respecto a este tema acarrea consecuencias negativas en aspectos de salud y planificación familiar. Resulta interesante el análisis de las conductas de los jóvenes con relación a estos asuntos.



La educación de la sexualidad es una necesidad que aún no logra cubrirse con calidad y efectividad en la mayoría de las aulas, principalmente en los niveles básico y medio superior de la enseñanza.
La falta de información respecto a este tema acarrea consecuencias en diferentes ámbitos, como: infecciones de transmisión sexual (ITS),embarazos no deseados, embarazo adolescente, abortos, angustia, depresión, miedo, inseguridad, baja autoestima, violencia intrafamiliar, explotación económica e incluso la muerte.
Siendo estas consecuencias manifestadas en jóvenes de nuestra sociedad mexicana, resulta interesante el análisis de conductas actuales de este sector de la población y de sus padres, quienes conviven y, en el mejor de los casos, se responsabilizan de los jóvenes en materia de sexualidad.
¿Porqué decir sí a la educación en sexualidad?, ¿Para qué informar a los jóvenes de un tema del que la mayoría de la gente no quiere hablar? ¿Qué será mejor? ¿Informar verazmente o mantener y perpetuar los mitos, la curiosidad y las creencias populares al respecto?
¿Que los amigos y personas que rodean a los jóvenes transmitan sus conocimientos aprendidos o que se les otorgue el conocimiento de forma organizada, sistematizada y fundamentada científicamente en las escuelas a las que asistan?
"Porque el saber siempre será mejor que la ignorancia", respondió una madre de familia de las quince mil que encuestó el Doctor Álvarez-Gayou (2007). En este estudio se encontró que el 95 por ciento de los encuestados aceptaría la educación de la sexualidad en la escuela y solamente el  5 por ciento, no.
"La educación como protección", contestaron los padres de familia frecuentemente, al preguntarles por qué aceptarían que sus hijos e hijas fueran educados en sexualidad. También,  la mayoría de los padres y madres de familia reconocen su incapacidad y limitación en el campo de la sexualidad y desearían que se hicieran cargo de esta educación profesionales preparados.
Ya existimos profesionales que hacemos una especialidad o posgrado en sexología justo para abordar temas de sexualidad de forma científica y responsable. Padres y madres de familia dicen "sí" a la educación sexual, ¿Qué pasa con sus hijos e hijas?
Ramírez, C. y Escamilla, I. (2003) refieren que la experiencia sexual comienza antes para los varones que para las mujeres. El 75% de los adolescentes hombres inician sus relaciones sexuales antes de los quince años. Además, su primera relación sexual fue un acto impulsivo o casual en un 52% de los casos.
En la Ciudad de México, la realidad es que el método anticonceptivo más usado en la primera relación sexual es el método del ritmo. ¿Y por qué no usan anticonceptivos los jóvenes mexicanos? Ramírez y Escamilla informan que sus encuestados respondieron: "no los usamos por falta de conocimiento", "por dificultad para obtenerlos", "ambivalencia" y "temor para discutir asuntos sexuales con los adultos".
Los jóvenes tienen una vida sexual riesgosa y no planeada. La ciencia ha creado métodos que disminuyen de manera considerable las infecciones de transmisión sexual y los embarazos no deseados. El condón es su principal expositor. Aunque, como podemos observar, no es utilizado de forma generalizada por nuestros  jóvenes mexicanos, quienes inician y seguirán ejerciendo su vida sexual activa a edades tempranas.
Jóvenes llenos de preguntas, dudas e inquietudes que buscan respuesta en amigos, en fuentes no profesionales. Jóvenes con acceso limitado a métodos anticonceptivos, la apertura en la educación de la sexualidad es una necesidad impostergable. Disminuir los riesgos que corren en estas prácticas poco seguras es responsabilidad de madres, padres, docentes y profesionales del área de la salud, quienes no podemos seguir aplazando la educación de calidad en sexualidad.
Hay consecuencias fatales para la vida, en muchos casos, si no brindamos la información adecuada a nuestros jóvenes. No vale la pena evitar el acercamiento a los métodos anticonceptivos. No estamos diciendo "tienes que usarlo en este momento". Estamos informando que hay herramientas y métodos  al alcance de la mano para prevenir infecciones mortales como el SIDA.
El objetivo es que los jóvenes, en caso de que decidan ejercer su vida sexual, lo hagan preparados, que lo hagan con el menor de los riesgos, ya que no es posible pretender que sean seres asexuados. Sí es posible proteger y disminuir los riesgos del ejercicio de la sexualidad.
Más información significa más herramientas en la toma de decisiones. Los profesionales relacionados con los jóvenes tenemos la obligación de brindar conocimientos científicamente respaldados, los cuales distan mucho de infundir miedo o prejuicios. Debemos acercar a nuestros jóvenes temas de su interés que impacten de forma positiva sus vidas, que puedan ayudarlos discernir, conocer y obtener información confiable, cálida, respetuosa y tolerante, acorde a sus necesidades individuales.

14 de junio de 2010.